Hoy quiero hablar de un tema importante, algo que mucha gente pasa por alto.
El saber tratar y entender a un enfermo con dolor crónico.
Aparentemente, pueden aparentar ser uno más en ésta sociedad dirigida por unos pocos que acaban dictando esas estúpidas reglas de lo que está bien o mal y de lo que puedes hacer y lo que no.
Lamentablemente, muchas veces los enfermos que cada día tienen que enfrentarse a la cruda realidad de la responsabilidad, trabajo,niños,casa…
Tienen que enfundarse su traje del “estoy bien” para poder asumir su rutina diaria y además de ello, lidiar con la falta de entendimiento por parte de su entorno.
En ocasiones (y lo digo por experiencia) los pacientes, acaban siendo el foco de críticas cuando el dolor alcanza los niveles de tolerancia “asumibles” .
Y hablo de la necesidad de decir “no puedo más, me duele”…
Ó de esos silencios forzados por no poder ser capaz de pronunciar una vocal.
Situación que puede repetirse innumerables veces en un espacio tiempo muy corto.
Ahí empieza una odisea de sentimientos en base a lo que reciben del exterior, como puede ser la falta de entendimiento ajeno, crítica o la famosa “lástima”.
La manera de comunicarse de un enfermo con dolor crónico, es distinta al de una persona que no sufre su misma condición.
Dependerá del grado de dolor en ese momento , del tiempo que lleva con ello y de la afectación psicológica.
Tienden a fingir para no crear alarma en su entorno, sienten culpabilidad , frustración, e incluso pueden llegar a usar un lenguaje en “código” ( frases cortas con poca coherencia , brusquedad o abatimiento).
Por lo que, éste post me parece una buena forma de orientar a las personas que tratan con éstos pacientes y así mejorar la comunicación entre ambas partes.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
ESCUCHAR:
Es la mejor manera de entender como se sienten.
Dejar las suposiciones y las hipótesis, y simplemente centrarnos no solo en escuchar qué dice sino, cómo lo dice.
Si tenemos un poco de tacto, podremos leer entre líneas.
FINGIR INTERÉS EN ELLO:
Puede ser desagradable escuchar a alguien hablar sobre su dolor , pero para ellos es mucho peor.
No le preguntes a alguien cómo se siente, a menos que estés realmente preparado para escucharlo.
Sin embargo, es mejor escuchar en serio durante solo 5 minutos que fingir .
La gente puede darse cuenta si no estás realmente interesado y eso los hace sentirse como si fueran una carga y ésto agrava su estado emocional.
MIEDO Y SENTIMIENTOS:
Las personas con dolor crónico no suelen hablar de su dolor.
No expresar o no registrar completamente el dolor son mecanismos de afrontamiento que pueden desorientar a quien no sabe lo que está sucediendo.
Entonces, cuando sospeches que alguien con dolor dice que se siente bien, puedes hacerle saber que estás interesado, pero que entiendes al mismo tiempo si no quiere hablar sobre eso.
BUSCAR “DISCORDANCIAS” ENTRE LO QUE DICEN Y SU ASPECTO:
Algunos síntomas delatores, que generalmente indican dolor severo y tratado inadecuadamente incluyen sudoración, irritabilidad, trastornos del sueño, agitación nerviosa, dificultades para concentrarse, disminución de las actividades,aspecto enfermizo como pueden ser las ojeras y el tono de piel.
Muchas veces no reconocen su importancia y por eso no te dan esa información a menos que específicamente les preguntes.
No poner en duda su condición.
Por desgracia es un hecho que está a la órden del día.
Pasando por personas de nuestro entorno y pasando por los propios médicos.
En general, la gente no anda por ahí fingiendo que tiene dolor para obtener compasión…
“Dolor es todo aquello que la persona que lo siente dice que es, toda vez que la persona que lo siente dice que lo siente”.
PREGUNTAS INTELIGENTES Y POSITIVOS
Las preguntas útiles son preguntas específicas o preguntas abiertas que expresan tu comprensión y tu interés en lo que está sintiendo la persona con dolor.
Por ejemplo, qué tipo de tratamiento toma o si está satisfecho con ello
EVITA “PALABRAS QUE MUTILAN”
Las palabras son un arma de doble filo – pueden mutilar o sanar.
Frases del tipo “tendrás que acostumbrarte”, “es lo que hay” o “no parece que estés enfermo” solo implica que el enfermo decaiga más si cabe.
La psicología elemental enseña que el miedo es una vía incorrecta para motivar el comportamiento constructivo.
En lugar de movilizar los recursos de quien sufre, ese tipo de frases hace que desaparezca la esperanza.
Las palabras constructivas, cuidadosamente elegidas, en el contexto de cuidar una relación, pueden ser un disparador poderoso de recursos curativos.
COMPASIÒN SANA
Dejar de lado las preocupaciones, aunque sea durante unos pocos minutos, y escuchar con el corazón.
Ser honesto con los conocimientos que se poseen.
Es difícil ver a una persona con dolor y no saber cómo ayudarla.
A nadie le gusta ver que otro sufre.
Puede ser tentador ofrecerle consejos bien intencionados pero tienen que ser acordes con nuestros propios conocimientos en base a lo que la persona manifiesta.
Es mejor admitir que no se tienen las respuestas en lugar de decir algo que sin intención, destruya la esperanza.
El dolor no es como se piensa
El concepto de dolor está compuesto por factores físicos, psicológicos y neurológicos. Mucha gente todavía actúa como si el dolor pudiera comprenderse simplemente como el signo de una lesión física.
El dolor es en parte un problema psicológico que involucra un abanico de emociones.
Hay que recordar que el dolor es diferente para cada persona, dependiendo de la personalidad y de la historia de vida de la persona que lo padece
Aunque pueda parecer un manual de instrucciones de un electrodoméstico , no es más que una lista de pautas que pueden ayudar a muchos enfermos a no sentirse peor de lo que ya experimentan.
Seamos más humanos.
DOLOR CRONICO.