Dr. Eduardo Pereira:
La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida de interés, irritabilidad o desesperanza dificultan las actividades de la vida cotidiana con la vida diaria durante un tiempo considerablemente largo.
El lupus es una enfermedad complicada que puede ser vivida como un duelo y en donde se presentan múltiples síntomas físicos.
La frustración de padecer una enfermedad crónica e incapacitante muchas veces puede ocasionar hostilidad, aplanamiento del ánimo, conductas autodestructivas, reproches, culpa, ira, sensación de futuro incierto, aislamiento social o el desarrollo de una conducta dependiente de los otros al saberse poseedor de una enfermedad impredecible y difícil de manejar.
La Organización Mundial de la Salud habla de un 40% de pacientes con Lupus que también padecen depresión y cada una de ellas debe recibir la atención especializada que corresponde y tratadas como dos patologías que necesitan abordajes diferentes, de ahí la importancia del trabajo interdisciplinario.
El reumatólogo y el psiquiatra junto al equipo de psicología son los llamados a manejar estas patologías, ambas con riesgos de muerte de no llegarse a tratar.
Lo más comúnmente manifestado por las pacientes (digo “las” porque el lupus es una enfermedad que se da principalmente en mujeres) es el cansancio, dolores musculares e insomnio.
El insomnio puede estar relacionado con la propia sintomatología de la enfermedad o simplemente aparecer como parte de la depresión así como lo hace en cualquier enfermedad prolongada en tiempo, pero aunque la depresión clínica ciertamente es más común en personas con enfermedades crónicas que en la población en general, no todos los pacientes con una enfermedad crónica sufren de depresión clínica.
La tristeza, la anergia, el insomnio, apatía, dolores intensos, la disminución del deseo sexual, pueden atribuirse de modo natural al padecimiento de lupus.
El estrés de poseer esta enfermedad ocasiona agotamiento emocional ocasionado por la innumerable cantidad de preocupaciones y tensiones asociadas con el abordaje de una patología crónica e irreversible.
Los cambios de vida a los que una persona tiene que someterse, como por ejemplo...no exponerse al sol, con la consecuente limitación de actividades recreativas, la limitación de las actividades físicas o los efectos secundarios de los medicamentos manifestados en la parte física, como el aumento del vello corporal, aumento de peso, cambio en la apariencia del rostro, contribuyen de manera predominante en la presencia de un cuadro depresivo en pacientes con Lupus.
Otros factores que no deben dejar de mencionarse es que muchos medicamentos que son parte del manejo cotidiano de la enfermedad como los corticoides, entre ellos uno de los más usados el Meticorten (Prednisona) pueden provocar por si solos depresión.
Tampoco hay que minimizar o dejar de saber que el lupus ataca todos los órganos del cuerpo entre ellos el cerebro lo cuál puede conducir a una depresión que va más allá de lo mencionado anteriormente sobre toda la tristeza que puede ocasionar una enfermedad crónica sino más bien producto de la propia actividad del lupus en un órgano como el cerebro, igual como pudiera afectar riñón, corazón, pulmones, etc.
Un buen tratamiento requiere previamente un adecuado diagnóstico luego de lo cuál debe abordarse el problema lo más pronto posible con las herramientas psicoterapéuticas que sean necesarias.
Las pacientes con lupus suelen convertirse en personas muy fuertes que toleran el estrés o no manifiestan síntomas de depresión y que suelen convivir con estos síntomas sin queja alguna.
Hay que poner mucho cuidado en tratar de diagnosticar depresiones enmascaradas o poco manifiestas ya que los síntomas depresivos que generalmente se acompañan de ansiedad suelen exacerbar y complicar el lupus, por lo tanto es un motivo más para que los trastornos del ánimos sean tratados en este tipo de pacientes.
Así como el médico pone gran empeño y agota todos los recursos terapéuticos en el tratamiento de esta enfermedad asimismo, debe realizarse con los trastornos psiquiátricos que se presenten.
Fuente: Dr. Eduardo Pereira
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