APOYO.

A veces, hay problemas en la vida, que enfrentamos y esos problemas pasan. Pero a veces, hay problemas que sentimos que nos hacen dudar de nosotros mismos, que nos inundan de tal manera que nos afectan profundamente. En esos momentos nos pasa que, de repente, es como si nos sintiéramos en una barca que zozobra de noche en la tormenta. No sabemos dónde está el norte, perdemos las referencias, todo se mueve y es como si ni siquiera contáramos con nosotros mismos, o dudásemos de poder afrontar lo que nos está pasando. Esa incertidumbre crea mucha angustia y sufrimiento. Es el momento de buscar APOYO. El apoyo de un profesional que nos arroje luz en la oscuridad, que señale el Norte, y nos ayude a ver. Pero no el apoyo de un profesional que coja nuestro timón y dirija el barco de nuestra vida a su antojo; ni alguien que nos diga lo que tenemos que hacer, porque aunque eso dé seguridad, en la siguiente tormenta volveremos a sentirnos perdidos y necesitando sus órdenes y sus recetas.