Cuando se tiene mucho dolor en diferentes lugares del cuerpo al mismo tiempo y por periodos prolongados, hay más posibilidades de caer en depresión.
A veces las personas con depresión no se dan cuenta que la tienen, ya que no sienten tristeza, pero se está sensible, las palabras o gestos de otros tienden a afectarnos más de lo acostumbrado, llega la ansiedad, se tiene poca o nada de tolerancia con las demás personas, en todo encontramos algo negativo.
El dolor emocional, cada vez se va haciendo más grande. Lo nocivo de esto es que se va formando un círculo vicioso muy negativo, siempre se tendrán actitudes como “me siento mal”, “me duele todo”, etc.
Muchas veces es muy difícil romper este círculo pero se tiene que hacer para poder salir adelante.
Para lidiar de forma acertada con el dolor físico por Fibromialgia o por alguna otra enfermedad se debe hacerlo enfocando todo a un estado positivo y hacia una meta clara, que es luchar contra el dolor crónico.
No se puede evitar caer en estado depresivo, pero si se puede distinguir cuando esto pase y buscar formas para contrarrestarlo.
El primer paso es justamente darse cuenta que nuestro estado de ánimo no es el más adecuado
El primer paso es justamente darse cuenta que nuestro estado de ánimo no es el más adecuado
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