LOS PUNTOS DE PODER

CREER EN EL PODER QUE TENEMOS DE CAMBIAR
1. Cada uno de nosotros es responsable de sus experiencias.
2. Todo lo que pensamos va creando nuestro futuro.
3. Todos nos enfrentamos con las pautas dañinas del resentimiento, la crítica, la culpa y el odio a nosotros mismos.
4. Estos no son más que pensamientos, y los pensamientos se pueden cambiar.
5. Necesitamos liberarnos del pasado y perdonar a todo el mundo, incluso a nosotros mismos.
6. Aprobarse y aceptarse a uno mismo en el «ahora» es la clave de los cambios positivos.
7. El punto de poder está siempre en el momento presente.
Louise Hay

Queremos compartir estos puntos con ustedes e invitarlos a que mediten sobre ellos y en lo posible lo incorporen en su memoria más profunda, en la memoria de cada una de las células de tu cuerpo.
Frente a teorías que dicen que estamos determinados desde afuera y que somos construidos por nuestra historia, aparece la posibilidad de elegir y ser los constructores, los arquitectos de nuestra vida.
Basta de identificarte con el pasado y con los hábitos y condicionamientos con los que has creado una falsa personalidad, empieza a observar tus patrones de pensamiento, tus emociones, tus sentimientos, comienza a ampliar tu campo de conciencia para ser libre.
Tu vida es lo que más amas, así que no la descuides, obsérvala con detenimiento y si hay algo que consideres debes transformar, confía en que TU PUEDES.

En principio es importante saber que como seres humanos, la mirada del otro, su afecto, su cariño, su amor construye nuestra capacidad para ser felices. Cuando somos niños y dependemos. El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres y cuidadores y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto. El apego temprano seguro proporciona la confianza emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente.

De la seguridad y calidad de estos primeros vínculos depende en gran medida nuestro equilibrio emocional de adultos. Estas huellas de memoria del apego temprano son como un telón de fondo para enfrentar las relaciones y desafíos que la vida nos va planteando.
Los afectos en las primeras etapas de la vida nos ayudan a poder pensar, a poder desarrollar un cerebro-mente con la capacidad de comprender y de comprendernos.
Ahora bien en la medida que vamos creciendo debemos convertirnos gradualmente en nuestros propios cuidadores, en nuestras propias fuentes de amor, las huellas de la infancia pueden ser modificadas o enriquecidas si entendemos que si bien en algún momento nuestros pensamientos y emociones dependían de un proveedor externo, ahora como adultos depende de nosotros buscar esa fuente dentro de nosotros y en el espíritu de la divinidad.
Entonces apartándonos de los infantilismos debemos comprender que el poder esta dentro de nosotros y que nuestros pensamientos y emociones también. Es tiempo entonces de observar, reflexionar y transformar los estados emocionales y pensamientos que nos estancan, nos limitan o impiden nuestro crecimiento.
Para superar las posibles secuelas de una infancia difícil, les propongo meditar sobre este escrito de Louise Hay, que puede significar el inicio de una nueva etapa de tu vida, en la que vas a reescribir tu historia, a modificar las huellas negativas del pasado.
• Soy digno y merecedor de todo lo bueno. No sólo de algo, de un poquito, sino de todo lo bueno. Ahora estoy superando todos los pensamientos negativos que me limitan.
Me libero de las limitaciones impuestas por mis padres.
Los amo, y puedo ir más allá de ellos. No respondo a sus opiniones negativas ni a sus creencias restrictivas. No estoy atado por ninguno de los miedos ni de los prejuicios de la sociedad en que vivo.
Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente gozo de una libertad total.
Penetro ahora en un nuevo espacio de conciencia, donde estoy dispuesto a verme a mí mismo de una manera diferente.
Estoy dispuesto a crear ideas nuevas respecto de mí mismo y de mí vida. Mi nueva manera de pensar se expresa en experiencias nuevas.
Ahora sé y afirmo que soy una y la misma cosa con el Próspero Poder del Universo.
Por eso, ahora prospero de múltiples maneras. La totalidad de las posibilidades se abre ante mí.
Me merezco la vida, una vida buena.
Me merezco el amor: abundancia de amor.
Me merezco tener buena salud.
Me merezco vivir cómodamente y prosperar.
Me merezco la libertad de ser todo aquello que soy capaz de ser.
Me merezco más que eso: me merezco todo lo bueno.
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias, y yo acepto esta abundancia de vida con júbilo, placer y gratitud. Porque me la merezco, la acepto, y sé que es verdad.