La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor generalizado. Es más frecuente en el sexo femenino y una de las principales causas de discapacidad entre la población general.
Los síntomas de esta enfermedad van más allá del dolor y en ocasiones se adentran en campos emocionales: depresión, cambios de humor, sueño no reparador, ansiedad, etc. También son frecuentes otros síntomas de tipo físico como el cansancio o la fatiga, a veces desencadenados por esfuerzos leves.
La escasa cantidad de datos objetivos es otra característica de la enfermedad. Es frecuente la realización de pruebas complementarias en busca del origen del dolor: rayos x, TAC, resonancia magnética, etc. Todos, sin excepción, son incapaces de encontrar anormalidades que expliquen el dolor de los pacientes con esta enfermedad.
Otro dato interesante es que los tratamientos analgésicos son en su mayoría poco eficaces. Incluso los derivados mórficos ofrecen poco beneficio si los comparamos, por ejemplo, con otras patologías como los traumatismos o incluso las neoplasias.
Todos estos datos nos dan a entender que la fibromialgia sin duda van más allá del sistema músculo-esquelético y compromete otros ámbitos menos estudiados como la percepción central del dolor.
Recientemente se ha publicado un estudio muy interesante en pacientes con fibromialgia. En concreto se reunieron un total de 25 pacientes con fibromialgia y 23 controles sanos. El estudio planteaba medir la función muscular del deltoides en una prueba de esfuerzo consistente en mantener el máximo tiempo posible el brazo en 90º. Se medía el tiempo que el paciente mantenía el brazo en esta posición y se medía el esfuerzo del músculo mediante electromiografía.
Los pacientes con fibromialgia mantuvieron el brazo en esta posición unos 4 minutos menos de media que los controles sanos. Además, los signos objetivos de fatiga muscular medidos por electromiograma fueron claramente menores en los pacientes con fibromialgia. El dolor medido por escalas fue mayor en los pacientes con fibromialgia.
Este estudio pone de manifiesto que el problema originario no se encuentra en el músculo. La percepción de cansancio y fatiga muscular fue mayor en aquellos pacientes con fibromialgia que, paradójicamente, ofrecían menos amplitud de esfuerzo medida por una prueba objetiva.
Por lo tanto, el problema debe encontrarse en la percepción que a nivel central hay de estos estímulos. Un mismo estímulo tolerado correctamente en individuos sanos, provoca dolor y fatiga en la fibromialgia. Así, es necesario profundizar en los mecanismos centrales implicados en la interpretación de los estímulos periféricos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario