¿Te imaginas vivir con Fibromialgia y no saberlo nunca? Bueno, esto es lo que le ocurrió a la gran pintora mexicana Frida Kahlo, quien padeció esta enfermedad casi toda su vida y sin saberlo.
Frida Kahlo (1907-1954) vivió con dolor y fatiga gran parte de su vida, a raíz de un accidente de autobús que sufrió a los 18 años. Ese día, regresaba de su escuela y se dirigía a su casa en compañía de su novio Alejandro Gómez. Un tranvía arrolló el autobús donde viajaba, dejándolo completamente destruido.
Alejandro quedó debajo del tranvía; se levantó como pudo y buscó a Frida. Ella yacía sobre lo que quedaba de la plataforma del camión, desnuda y cubierta de sangre; él notó que un enorme trozo de hierro atravesaba su espalda y violenta y rápidamente se lo quitó.
Su columna vertebral se rompió en tres lugares de la región lumbar. Su clavícula y dos costillas estaban rotas. Su pierna derecha tuvo once fracturas y su pie derecho fue dislocado y aplastado. Su hombro izquierdo estaba dislocado, su pelvis rota en tres lugares. Un pasamanos de acero se había ensartado literalmente en su cuerpo a nivel del abdomen, entrando por el lado izquierdo, que había llegado a través de la vagina. “Perdí mi virginidad” dijo.
A través de los años, se le ofrecieron una variedad de diagnósticos (como sigue ocurriendo a muchas personas con Fibromialgia), como la tuberculosis o la sífilis. Cuando Frida sufrió este accidente, la Fibromialgia aún no era reconocida, al menos por la gran mayoría de los médicos.
En un esfuerzo por aliviar su dolor, se sometió a varias operaciones ortopédicas en la columna vertebral, y pasó largos meses utilizando corsés de yeso o metal para repararla. Fue durante ese tiempo, donde postrada en la cama se dedicó a la pintura. Ella no era una artista de talento natural, pero estaba muy decidida, así que se la pasaba horas estudiando libros de historia del arte.
Un diagnóstico médico histórico reciente, reveló que la pintora en realidad sufría de Fibromialgia surgida a raíz de aquel accidente de tránsito.
En su diario se encontró el dibujo de ella misma donde aparece desnuda de; se dibujó 11 flechas en distintas partes de su cuerpo donde señalaba las zonas más vulnerables. Estas 11 zonas corresponden a sitios anatómicos llamados “puntos sensibles” que en la actualidad son característicos en las personas con Fibromialgia.
diarioA los investigadores les sorprendió mucho que la artista recuperase su habilidad de caminar, a pesar del dolor y la fatiga que sufrió durante toda su vida, y después de ser sometida a más de 30 operaciones.
Frida Kahlo presentaba mucho de los síntomas característicos de la Fibromialgia, como el dolor y fatiga constantes, cambios de humor, tristeza, depresión y ansiedad. Muchos de estos síntomas (y lo que emocionalmente causaban) pueden observarse en muchos de sus autorretratos, donde se transmiten sentimientos de dolor y angustia. Dos claros ejemplos de estos sentimientos son sus obras “La columna rota” y “El venado herido”
¿CÓMO ENFRENTÓ FRIDA A SU DOLOR?
Frida no sólo sufría de dolor en el cuerpo, también de su corazón. Llevó una relación “tormentosa” con su esposo el famoso pintor mexicano Diego Rivera, quien tenía aventuras con muchas mujeres (incluso con la hermana de la pintora). Frida también sufrió amargamente por la pérdida de un hijo que no pudo llegar a concebir.
Pese a todas las dificultades en su vida, Frida siempre buscó la manera de sentirse mejor. Su enfermedad y sus problemas nunca fueron un impedimento para sobresalir en la vida social.
Ante su más trágico destino, ella reaccionó con ironía y un sorprendente sentido del humor. Se dispuso al ritual de la vestimenta y del arreglo persona, una trabajosa ceremonia que le permitía ocultar su cuerpo quebrado.
galeríaEn 1953, un año antes de su muerte, se organizó una exposición en la Galería de Arte Contemporáneo, la salud de Frida estaba muy deteriorada y los médicos le prohibieron salir de la cama. Al ver esto, hizo que la llevaran a la exposición en ambulancia y tumbada en su cama. Todos se quedaron impresionados; su cama fue colocada en el centro de la galería y Frida se puso a contar chistes, cantó y bebió la tarde entera.
La pintora no se limitó, hizo lo que quiso cuando quiso: viajó extensamente y vivió una vida social muy rica, teniendo amistad con líderes mundiales y artistas de su tiempo; sus exposiciones de arte fueron muy bien aceptadas, e incluso el mismo Picasso llegó a alabar su obra.
La pintora tenía una extraordinaria personalidad, que a la fecha sigue despertando pasión en la gente.
Frida encontró en la pintura una manera de expresar sus dolores y sentimientos, y al hacerlo, nos dejó un hermoso legado de arte. Nunca se dio por vencida ni se vio a sí misma como una víctima. Frida es definitivamente una inspiración para cualquier persona que vive con dolor crónico.
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