Hemos aprendido a asignar a cada situación o momento una etiqueta de bueno o malo, si las cosas salen como yo quiero son buenas y si no entonces son malas. ¿Qué les parece si modificamos esta creencia limitante y expandimos nuestra conciencia? Es sólo una cuestión de enfoques. De una de mis maestras aprendí que en la vida las cosas salen únicamente de dos formas: como las espero, o “diferentes” a como las espero. Si todo resulta como lo espero produce bienestar, satisfacción o alegría. Sin embargo, si resultan “diferentes” a como las espero lo que producen es un aprendizaje y es una excelente oportunidad de cambio, de ajustar los ingredientes de expandir mi creatividad. La buena noticia es que la vida es como la escuela, hasta que no apruebes el grado que cursas, no avanzarás al siguiente y podrás repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que aprendas la lección, te da mil oportunidades hasta que lo logres. La próxima vez que los resultados sean distintos a los que esperas, pregúntate ¿para qué estoy viviendo esto? ¿Qué cosas puedo modificar? relájate y siente porque si aquietas tu mente llegarán las respuestas.
Buena suerte
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