1. No dan excusas: Se apropian de sus pensamientos y acciones, por ejemplo, no culpan al tráfico por llegar tarde al trabajo; llegaron tarde.
2. No evitan hacer las cosas que dan miedo: Es decir, no dejan que el miedo domine sus vidas.
3. No viven en una burbuja de confort: El confort es un lugar donde los sueños mueren.
4. No postergan las cosas para la semana siguiente: Toman la acción aquí, ahora, hoy.
5. No se obsesionan con las opiniones de los demás: no quedan atrapados en las opiniones negativas con las que no pueden hacer nada al respecto.
6. No juzgan a las personas: no sienten la necesidad de insultar, participar en chismes, o atacar a gente con opiniones diferentes.
7. No dejan que la falta de recursos los detenga: No sufren con los contratiempos, sino más bien se centran en la búsqueda de una solución.
8. No hacen comparaciones: cada persona vive una historia tan única que las comparaciones serían un ejercicio absurdo y simplista de inutilidad.
9. No encuentran alegría en complacer a la gente: Se centran en la calidad de sus relaciones, en vez de en la cantidad de ellas.
10. No necesitan asegurarse continuamente: la vida no es justa y las cosas no siempre van por el camino que debieran, por eso, se centran en su poder para reaccionar de una manera positiva.
11. No evitan las verdades incómodas de la vida: confrontan los problemas de raíz, los problemas que no se abordan se multiplican, prefieren tener una conversación incómoda hoy que barrer una verdad incómoda bajo la alfombra, poniendo en peligro la confianza.
12. No renuncian por contratiempos de menor importancia: Se vuelven a levantar cada vez que caen (pero mejor esta vez).
13. No necesitan el permiso de nadie para actuar: Todos los días, se recuerdan a sí mismas: “Si yo no, ¿quién?”
14. No se limitan a una pequeña caja de herramientas: Hacen uso de cualquier y toda arma que esté a su disposición, probando sin descanso la efectividad de cada enfoque.
15. No aceptan ciegamente lo que leen o escuchan como “la verdad” sin pensar en ello: mantienen un escepticismo saludable.
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