El día a día de los pacientes con fibromialgia es dolor y cansancio por todo el cuerpo y problemas para dormir y concentrarse, sin causa ni cura conocidas. Pero se sigue avanzando para definir un tratamiento eficaz.
La fibromialgia hace que muchas personas sientan un desgaste en su cuerpo, esta enfermedad fue reconocida por la OMS desde 1992.
Según la Sociedad Española de Reumatología, afecta a casi millón y medio de personas, un 95% de ellos, mujeres y aunque se sabe que esta es causada por una alteración en la percepción del dolor a nivel cerebral, su tratamiento alivia los síntomas, pero no la cura.
Síntomas de la fibromialgia
El síntoma central es el dolor generalizado en músculos, articulaciones y ligamentos, acompañado de:
Cansancio severo y rigidez muscular que aparecen por la mañana y empeora con reposo.
Alteraciones del sueño.
Pérdida de memoria y dificultad para concentrarse.
Dolor de cabeza.
Ansiedad y tristeza, derivada de la incapacidad para llevar una vida normal.
Aúnque el dolor es constante, los síntomas de la fibromialgia surgen como brotes.
Hay fases de estabilidad y otras en las que empeoran.
Cada persona evoluciona de una forma. Por eso, es difícil definir las causas de la fibromialgia y un tratamiento único que funcione en todos los casos.
Además, se pueden tener dos enfermedades relacionadas con el dolor crónico a la vez, por ejemplo, el síndrome de fatiga crónica (SFC), que se suele confundir con la fibromialgia, aunque se trata de dolencias distintas.
Mientras que la fibromialgia es una enfermedad reumática, el SFC se refiere a fatiga física y mental.
Cómo se hace el diagnóstico:
Si se sospecha que el dolor constante puede ser fibromialgia, acuda a su médico de cabecera. Tras valorar la situación, puede remitir
a la unidad hospitalaria especializada en fibromialgia de la zona donde usted viva.
No existe prueba analítica específica que validan el diagnóstico.
La exploración física sirve para descartar otras dolencias y consiste en análisis de sangre, de tiroides e inmunológico, radiografías óseas de las partes del cuerpo que duelen, del tórax y electrocardiogramas.
Actualmente, para el diagnóstico lo más definido posible se siguen los criterios clínicos del American College of Rheumatology.
Una analítica podría detectar la fibromialgia
Existen 18 localizaciones en el cuerpo, conocidos como puntos gatillo, más sensibles al dolor en quienes padecen fibromialgia.
Si 11 de estos puntos reaccionan, es una señal a tener en cuenta.
Se aplica el índice del dolor generalizado, que agrupa estos puntos gatillo en áreas más generales.
Se combina el control de los puntos dolorosos con comprobar si hay síntomas como la fatiga, el sueño no reparador y la falta de agilidad mental que no estén relacionados con una patología y que duren más de 3 meses.
Revisión de los ojos: publicado en la revista “PLoS ONE”, observa si existe un adelgazamiento de la capa de fibras nerviosas del ojo, mediante una tomografía.
La pérdida visual de pistas de si existe una irregularidad en el sistema nervioso central, que es el que regula los cambios en las regiones del cerebro asociadas al dolor.
Un test de pulgas, basado en aplicar presión, calor y frío y pinzamiento sobre el pulgar durante 1 minuto y explican en Journal of Research, es una manera simple y cómoda tanto de detectar la enfermedad como de medir su grado ya sea leve, moderado o alto.
La manera de caminar ya sea la velocidad, longitud del paso, presión del pie, es lo que considera un método de diagnóstico fiable.
Tratamientos para la fibromialgia:
No hay una forma de curar esta enfermedad sino que el tratamiento de la fibromialgia debe personalizarse y abarca pautas de dieta, ejercicio, apoyo psicológico y fármacos para aliviar los síntomas. Así, es posible que un equipo de diferentes especialistas participen en planificar y revisar el tratamiento.
El especialista le informará a usted y sus familiares con detalle sobre la fibromialgia y lo que implica vivir con ella.
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