La vida,un perfecto dominó

Me gusta pensar que la vida es un perfecto efecto dominó

Dónde cada ficha es un momento que se acomoda al ladito de otro y de otro, formando el camino. 

Y que un día cuándo ese camino se acaba, todas las fichas se caen y hacen un jueguito con una música hermosa y un dibujo que queda para siempre en la historia de lo que fuimos. 

Entonces me gusta mirar para atrás e imaginarme cada uno de esos momentos, incluso los momentos más difíciles donde pensé que nunca más me iba a levantar a abrir la ventana y ver el sol.

 Y esos momentos en los que me reí tanto, que tuve que frenar a tomar aire. 

Y me doy cuenta que todos esos momentos fueron tan necesarios y tan perfectos que no podía ser de otra manera. 

Y que todo el amor que alguna vez sentimos nunca se muere, siempre se transforma en otro amor, en otra historia, en otras vidas. 

Entonces agradecés todos esos ojos a los que te tiraste de cabeza y encontraste un templo y vos abriste las puertas. 

Y empezás a agradecer todas esas lágrimas que en ese momento no entendías y que hubieses hecho cualquier cosa por cambiarlas por sonrisas, pero que sabes hoy, que si hubiera sido así no serías la misma persona. 

Entonces, sigo pensando, que cada momento, desde el más doloroso hasta el más feliz, forma una máquina perfecta que nos hacen ser quienes somos, que nos hacen hacer de todas las marcas cicatrices, de todo el dolor fortaleza, de toda la alegría un tesoro invaluable, que nos sirve para seguir caminando. 

Y me gusta cerrar los ojos e imaginarme que la vida es eso.

 Y que cada momento es perfecto así tal cual está, como el de ahora, con esos ojos, esas sonrisas, incluso esos olores que a veces pasan por el alma y se van. 

Que la vida es perfecta así como está, incluso ahora, aunque estés triste  o que no podés parar de reír y tenés miedo de que se termine mañana. 

Y lo único que tenemos ahora es esa ficha, que está apoyada en la mesa y que aún no se está por caer, entonces aprovechamos el hoy,  porque mañana va a ser canción, va a ser camino y va a ser un dibujo que, quizás, ya no veas, pero que va a quedar en la vida para siempre.