El colibrí es la única ave capaz de mantenerse suspendida en el aire, por ejemplo mientras liba una flor. Es la única ave que puede volar hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados, es decir a los seis rumbos del universo sin girar todo su cuerpecillo. El colibrí siempre está en movimiento, incluso para dormir lo hace por periodos cortos de tiempo.
Nuestro corazón, es como un colibrí, siempre está en movimiento, nunca se detiene, incluso cuando dormimos nuestro corazón está en movimiento. Es nuestro corazón el que nos guía hacia dónde dirigirnos en la vida. En nuestro corazón está la decisión de: superarnos, caer, avanzar, retroceder, hacernos a un lado y dejar que otros avancen o incluso estancarnos en la vida.
Esa es la metáfora y el concepto Huitzilopochtli. El colibrí(huitzilin), representa nuestro corazón que siempre está en movimiento y es donde se alberga nuestra capacidad de decisión, nuestra determinación y nuestra fuerza de voluntad. Nuestro corazón está del lado izquierdo, que en náhuatl se dice opochtli.
Huitzilopochtli “El colibrí del lado izquierdo” Es nuestro corazón mismo, es el corazón de cada uno de nosotros. Es el colibrí que guía a los individuos y a los pueblos en todas sus acciones y proyectos. Huitzilopochtli no es un dios, como lo repite la historia oficial, es una metáfora y representa nuestra fuerza de voluntad.
Huitzilopochtli está en cada uno de nosotros.
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