Ya sabía cuál era mi deseo, mi objetivo…
Pero con el tiempo había aprendido a no mirar más allá.
A no aventurarme en lo que vendría sino en el aquí y ahora, en cada paso, en otra nueva escalada.
Ahí debía de estar presente y colocar mi energía solo en ese instante, porqué más arriba solo se encontraba el deseo y la ansiedad de algo que aún no había sucedido.
Tu vida es hermosa si la vives ahora, si aprendes a disfrutar el camino.
Percibir en ese recorrido cada uno de tus sentidos, cada una de las señales que el universo pone a tus pies.
EN TU RESPIRAR, EL AQUÍ Y AHORA.
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