El dolor es el síntoma más importante en la fibromialgia. Si le preguntas a una persona que la padece cómo se siente, seguramente te dirá “me duele todo”.
Los dolores no se quedan al nivel de la piel, pues se sienten en la parte más profunda de los músculos, tendones y ligamentos, incluso en las articulaciones.
Suele ser migratorio, es decir, que pasa de una parte del cuerpo a otro a través del tiempo, quizás hoy puede doler el hombro y mañana el pie; hoy puedes no tener dolor en los brazos, pero mañana sí. Es impredecible.
Suele ser crónico y presente en todo el cuerpo o en muchas partes de él, y dependiendo de la persona, puede ser un dolor leve o intenso, o variar con el paso de los días.
Hay ocasiones en que el dolor y los síntomas de la fibromialgia son de baja intensidad, por lo que permiten realizar muchas actividades; en otras ocasiones pueden ser tan agudos que imposibilita a la persona moverse o levantarse de la cama.
Una persona no debe abusar de sus “días buenos” pues, si excede sus actividades, lo más seguro es que al día siguiente se encuentre exhausto y con un malestar más intenso.
Las dolencias pueden empeorar cuando la persona tiene ansiedad, estrés o después de periodos de mucha actividad; se ha encontrado que los síntomas también se agravan con el clima húmedo o frío.
El dolor se presenta en lugares que no muestran daño alguno, pero no es porque el dolor se lo esté “imaginando” la persona, lo que ocurre es sus células envían mensajes de dolor hasta cinco veces más que en una persona sana.
Cuando las señales de dolor llegan al cerebro son procesadas por la serotonina. Las personas con fibromialgia no tienen suficiente serotonina, por lo que las señales son “malinterpretadas” y aumenta el dolor.
La persona no se “está imaginando el dolor” sino que su cerebro está malinterpretando la información que le envían las células de su cuerpo y lo percibe como un dolor real.
Esta “mal interpretación” hace que la persona sienta mucho dolor, aún si no se le aplica un estímulo doloroso como un golpe o un pellizco; las personas con fibromialgia pueden sentirse adoloridas incluso ante caricias o roces.
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