Desequilibrio:
Afecta los músculos esqueléticos, y de seguimiento de los ojos. Pueden experimentarse náuseas o “confusión visual” al conducir un auto, al leer un libro o al seguir objetos con la vista. (los puntos hipersensibles en el cuello también pueden producir desequilibrio). En el Johns Hopkins Medical Center se ha demostrado que algunos pacientes con FIBROMIALGIA tienen una condición conocida como “hipotensión de origen neurológico” lo que causa, al ponerse de pie, un bajón en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca, produciendo mareos, náuseas y dificultad para pensar con claridad.
Hipotensión ortostática (baja presión)
Las causas de hipotensión ortostática son múltiples. A grandes rasgos se podrían clasificar en neurogénicas y no neurogénicas. Éstas son, resumiendo:
Causas neurogénicas, (del sistema nervioso central):
Primarias:
Alteración vegetativa en enfermedad de Parkinson.
Mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo.
Fallo autónomo puro o atrofia multisistémica: La atrofia multisistémica (AMS) es una rara afección que causa síntomas similares al mal de Parkinson. Sin embargo, los pacientes con esta enfermedad presentan un daño más generalizado a la parte del sistema nervioso que controla funciones importantes, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la sudoración.
Secundarias:
Síncope: Es la forma más común de desmayo.
Alteración periférica: diabetes, alcoholismo crónico, otras neuropatías.
Alteraciones centrales: tumores, degeneración senil.
Alteraciones espinales. (puntos sensibles en el cuello)
Cuando un adulto sano se incorpora de una posición supina (acostado) a una posición erguida, alrededor de 500-700 ml de sangre quedan acumulados en la circulación venosa de las extremidades inferiores, así como en la circulación de las vísceras.
Esta reducción del volumen de sangre produce una drástica disminución del retomo venoso al corazón y una caída de su eficiencia. Esto produce una reacción generalizada tanto neurológica como cardiovascular e incluso muscular para mantener la presión arterial dentro de los límites necesarios para, al menos, asegurar la circulación cerebral.
Soluciones:
La educación del paciente con baja presión ortostática es un elemento de la mayor importancia. Además de una explicación clara de la naturaleza de sus síntomas, las medidas generales a aplicar pueden categorizarse en cuatro grupos: evitar actividades o hábitos que pueden precipitar o agravar la baja presión postural;
El paciente debe aprender a descomponer el movimiento de incorporarse de la cama en dos movimientos, tumbado-sentado y sentado-de pie, dejando pasar varios minutos entre una y otra postura.
Lo mismo se aplica al estar de rodillas o agachado, incorporarse lenta y gradualmente.
Además, debe evitar permanecer de pie inmóvil por mucho tiempo, el esfuerzo físico intenso, el ejercicio isométrico (aumenta la fuerza muscular), la exposición a ambientes calurosos y húmedos y las comidas copiosas.
Los paseos y la natación son medidas terapéuticas aconsejables, siempre que se practiquen en grado ligero y según tolerancia.
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