¿Siente dolor prolongado en diferentes partes del cuerpo, nota sensibilidad en las articulaciones, los músculos y los tendones, y cuando ha ido al médico no le diagnostican la causa de su mal?. Cuidado, puede padecer de una enfermedad denominada fibromialgia, y que principalmente la padecen las mujeres.
“El 80 % de los casos se presenta en mujeres, sin que hasta el momento, se determine una razón. Al parecer, la mujer es menos tolerante al dolor físico y esa podría ser una causa, pero todavía se está investigando al respecto”, manifestó el reumatólogo Héctor Quevedo, especialista de la clínica Internacional.
La fibromialgia se caracteriza por los dolores difusos musculares generalizados en todo el cuerpo. Las pacientes afirman sentirlos en algunos puntos como las piernas, el cuello, la espalda y los brazos. Además de estos malestares corporales, los pacientes pueden presentar manifestaciones como migraña, colon irritable o dolor en las mandíbulas. En las mujeres, los síntomas pueden ir acompañados de insoportables cólicos menstruales o de una sensación de ir a cada rato al baño.
“Hay un cuadro, menos común, de pacientes que presentan ataques de pánico, pero solo ocurre en un 10% de los diagnosticados”, indicó.
Pacientes propensos
Si ha tenido un trauma físico o emocional o si sufre de trastorno del sueño puede ser un candidato para desarrollar esta enfermedad. También se produce porque existe una respuesta anormal al dolor, porque el cerebro lo procesa inadecuadamente.
“Esta no es una enfermedad psicológica, no es una enfermedad inflamatoria”, recalcó el especialista.
Muchas veces los especialistas no logran diagnosticar el mal, porque no hay una prueba o examen que pueda determinar la razón de estos intensos dolores, que el paciente asegura sentir.
“Uno mira a la persona, pero no traduce el vía crucis que está pasando. Muchos médicos confunden la fibromialgia con problema articulares, con la migraña o problemas psiquiátricos”, indicó.
La fibromialgia no tiene cura y aumenta en situaciones de estrés. Con un tratamiento reumatológico y con un acompañamiento psicológico para controlar las situaciones tensas, se puede llevar una vida normal.
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