Todas las personas que se cruzan en tu camino han sido puestas allí por Dios con el propósito de aprender a amar. No lo tomes como algo sin importancia. No lo tomes a la ligera. Servir a esas almas significa servir a Dios.
Así como el niño es la posibilidad que Dios le da a los padres de aprender a amar y servir, del mismo modo, todas las personas que Dios pone en nuestro camino tienen el mismo valor. Solo mediante la siembra de los valores del amor nuestra vida espiritual se florecerá y podremos crecer.Pero esa mentalidad esta muy ausente en la sociedad actual. Completamente ausente. El mundo solo nos enseña a disfrutar sin amar. A tener sexo sin pensar en hijos. A explotar a los demás sin importarse si están bien o no, pero si nosotros regalamos cariño y nos mantenemos en la asociación de los sabios, entonces estaremos protegidos.Yo quiero recalcar la importancia en nuestra vida de las personas que ha puesto en nuestro camino. Ellos son nuestros compañeros de viaje. Las relaciones deben ser sagradas.
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