Mi personalidad

“No confundas mi personalidad con mi actitud. Mi personalidad es quien soy, mi actitud depende de quién seas tú.”

A veces nos sorprendemos de las acciones de los demás y consideramos que las mismas se relacionan exclusivamente con la forma de ser de la otra persona. Muy pocas veces nos ponemos a pensar en cómo influimos nosotros en esas respuestas.

Hasta el corderito más tierno y manso se convierte en rugiente león si estás pinchándolo todo el tiempo. Guarda tu aguja para no molestar al prójimo y pone el foco en vos, usa tu tiempo en algo constructivo.

Recuerdo una historia muy antigua de un conocido que fue atacado por un perro ovejero alemán que custodiaba un depósito del barrio. El perro le había mordido la cola dejándole una marca que llevaría grabada en la piel toda la vida. Después de quejarse por este animal y considerar que era una amenaza y proponer su sacrificio, le pregunté sobre cómo había sucedido ya que me parecía extraño que un animal entrenado, hubiese abandonado su objetivo y lo hubiese corrido por la calle para atacarlo…

Entonces, en el relato de esta persona apareció el motivo que generó el incidente. Todas las mañanas mi vecino pasaba caminando por la calle del depósito y cuando el animal se acercaba a la reja de ingreso que aún estaba cerrada y le avisaba de su presencia con un ladrido, mi vecino le pegaba en el hocico con el periódico enrollado en forma tubular. Todas las mañanas sucedía lo mismo sin excepción, a mi vecino le encantaba molestar al animal y hacerlo enloquecer...

La mañana del ataque, mi vecino no se percató que la reja estaba abierta ya que el depósito iba a comenzar su operación, mi vecino tampoco observó que su amigo el perro aún no había sido encadenado por los cuidadores del lugar para que sólo pudiera moverse por un círculo bien delimitado y mi vecino tampoco razonó que el animal iba a poder correr más rápido que él…

Que tengas un día sin despertar a las fieras.