La fibromialgia aún sigue confundiendo a algunos profesionales médicos, cuando hay tantos pacientes que se quejan de dolor sin causa aparente, ni nada que lo remedie.
La falta de respuestas es frustrante para las personas que sufren de dolor crónico, y lidiar con los síntomas de la fibromialgia puede ser peor si cometemos ciertos errores. A continuación adjunto una lista de los errores que debemos evitar y como contrarrestarlos para un manejo adecuado de la fibromialgia.
No hacerle seguimiento al dolor: el problema de la fibromialgia es que los pacientes siempre tenemos dolor, lo que hace difícil juzgar cuando las cosas mejoran o empeoran. Es importante llevar un diario para hacer seguimiento al dolor que sentimos, porque de esta forma podemos entender cuando el dolor mejora o empeora, e identificar las cosas de nuestro estilo de vida o dieta, que nos perjudican y debemos evitar, o las cosas que nos benefician y tal vez hacerlas con más frecuencia.
Esperar demasiado de los medicamentos: debemos ser realistas en cuanto a los medicamentos. De los fármacos aprobados para el tratamiento de la fibromialgia, algunos son más eficaces para ciertos pacientes que para otros. Algunos puede no te funcionen o que solo sean parcialmente efectivos. También hay que tener en cuenta que estos medicamentos tienen efectos secundarios y además pueden ser costosos. Si el médico lo recomienda, debemos estar dispuestos a probar diferentes fármacos y considerar otras alternativas como medicamentos aprobados para una condición, pero que con frecuencia se le dan a personas con otra condición; por ejemplo, los pacientes de fibromialgia a menudo son tratados con antidepresivos (no porque su condición derive de un problema sicológico), y algunas personas obtienen un alivio dramático con los antidepresivos, tanto los de nueva como anteriores generaciones; sin embargo, no todos los antidepresivos están recomendados específicamente para esta condición, deben ser indicados por un médico.
No explorar alternativas: no todos los tratamientos alternativos en la medicina convencional funcionan para la fibromialgia, pero se puede conseguir algo de alivio del estrés mediante algunos tratamientos alternativos como el yoga (principalmente a base de ejercicios de estiramientos), la meditación, técnicas de biofeedback o el tai chi (arte marcial chino). Algunos tratamientos incluyen medicamentos, pero la fibromialgia no se trata solo con medicinas, requiere un cambio de estilo de vida y la incorporación de nuevas rutinas, terapia física, apoyo psicológico y ejercicio, y alternativas holísticas.
Quedarse con el médico equivocado: aunque no lo creas, todavía hay médicos por ahí que piensan que los pacientes de fibromialgia están inventando sus síntomas, probablemente porque saben muy poco sobre la enfermedad. De mas está decir, que este tipo de médico no va a explorar todas las opciones disponibles para tu tratamiento, así que no temas cambiarte de médico. Si éste no está debidamente informado sobre la fibromialgia, es preferible que consultes a un un reumatólogo, que es el especialista que atiende la fibromialgia.
Negar que se esté enfermo: muchos pacientes diagnosticados de fibromialgia visitarán un médico tras otro, tratando de encontrar una opinión diferente. Está bien obtener una segunda opinión, pero negarse a aceptar el diagnóstico después de una segunda, tercera, o cuarta opinión significa que estamos perdiendo un tiempo precioso, que podría ser dedicado al aprendizaje sobre el manejo de la enfermedad. Lee todo lo que puedas acerca de la fibromialgia - la educación es clave.
No buscar apoyo e interiorizarlo todo: solicita apoyo de tu cónyuge, padres, hermanos e hijos, pero con cuidado, dependiendo de la clase de interacción que se tenga con la familia y que tan comprensiva sea. Muchas veces nos molestamos porque nuestro cónyuge o nuestra familia no entiende por lo que estamos pasando. Trata de conseguirles información sobre la fibromialgia o recomiéndales sitios en internet que expliquen la enfermedad, para que tengan una idea de lo se sufre, ya que el apoyo de ellos es importante. Todos necesitamos poder hablar sobre nuestra enfermedad y que alguien nos escuche, así que podríamos considerar unirnos a un grupo de apoyo o hablar sobre fibromialgia en alguna organización, ya que al hablar no solo nos beneficiamos a nosotros mismos, sino también a otras personas que sufren la misma condición (y esto ya podemos hacerlo hasta en paginas de internet).
Sentirse culpable: no te castigue por sentirte deprimido, enojado, frustrado, o asustado. Es absolutamente razonable sentirse deprimido, cualquier persona normal que tuviera dolor todo el tiempo también se deprimiría. Y sentirse culpable además de estar deprimido, simplemente va a hacer que el dolor empeore.
Dejar que la fibromialgia te afecte: al igual que con cualquier enfermedad crónica, habrán días en que te sientas mal, tal vez muy mal. Encontrar actividades que disfrutes traerá equilibrio y alegría a tu vida. Aprender a hacer nuevas cosas te quita el dolor de la mente; lo que es mejor que estar sentado en casa abatido. Para algunas personas, asistir a la iglesia, pasar más tiempo con su nieto, o adquirir un nuevo hobby, puede ayudar.
Tomarse la vida muy en serio: El humor es importante y también lo es, hacer cosas que te hagan reír o sonreír. Esto podría ser tan simple como ver una película de comedia y si el dolor te impide estar sentado por lo que dura toda la película, mírala hasta que te rías y luego ponle pausa para dar una vuelta.
No moverse, porque me duele demasiado: El yoga, la natación y caminar han mostrado ser de beneficio en el manejo de dolor crónico, y esto es muy importante para la fibromialgia. Es difícil que la gente entienda esto porque la primera vez que lo intentas, te duelen aún más. Algunas personas incluso dejan los medicamentos y tratan de manejar el dolor solo ejercicios dolor y hasta logran seguir funcionando muy bien.
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