Ho´oponopono, parte del concepto de que todos somos el producto de las experiencias que se han ido acumulando en nuestro proceso existencial como seres materiales, a lo largo de todas nuestras vidas, que han creado en nosotros un gran poso de información. Esa información la tenemos en nosotros, se encuentra en el subconsciente.
Ho´oponopono dice, que tenemos que trabajar desde el corazón, no podemos utilizar el intelecto. Las cuatro energías, Lo siento, Perdón, te Amo, Gracias, se tienen que decir desde el corazón. Si estamos en el corazón no hay juicios, no hay miedos y además, en una entrevista que le hacen a Gregg Braden, investigador científico, autor del libro "El tiempo fractal", dice que "Cuando creamos emociones basadas en el corazón, tales como gratitud, aprecio, yo pondría, amor, compasión, utilizando el músculo del corazón, lo que realmente estamos haciendo es generar un campo magnético, dentro de nuestros cuerpos que es parte del campo magnético de la Tierra que está experimentando el cambio.
¿Qué forma más fantástica de hacer el cambio? Trabajando desde el corazón. Ya lo dice Ho´oponopono desde hace muchísimos años.
¿Qué forma más fantástica de hacer el cambio? Trabajando desde el corazón. Ya lo dice Ho´oponopono desde hace muchísimos años.
*La parte menos fácil de asumir en la práctica de sanación Ho´oponopono, es que somos 100% responsables de todo lo que ocurre en nuestras vidas. Absolutamente todo. Porque el mundo que vemos son los memorias y creencias repitiéndose continuamente.
* Somos responsables del mundo que vemos. No existe nada fuera. Solo existe nuestra percepción del mundo que vemos.
* Mis ojos y mis sentidos solo perciben aquello que ya está en mi mente. Ellos son solo un proyector de mi subconsciente. Todo lo que veo, huelo, oigo, siento y saboreo, quedó alguna vez grabado como memoria en nuestro subconsciente y si lo reconocemos es porque es parte de nosotros.
* Nuestro subconsciente proyecta fuera todo lo que experimentamos en nuestro interior. Todo es una proyección de nuestra mente. Al ser 100% responsable de todo lo que sucede en nuestro entorno, y si nosotros lo hemos creado, también lo podemos cambiar.
* Todo lo que nuestros sentidos captan son interpretaciones que nuestra mente ha realizado anteriormente de modo que todo tiene un significado; el que nosotros le hemos dado. Todo lo que sucede en nuestras vida, todo lo que leemos, vemos, escuchamos, miramos, oímos a velocidades imperceptibles le damos un significado y por lo tanto ya existe como concepto y como juicio.
* Somos 100% responsables de todo lo que nos sucede en nuestra vida, por todo lo que pensamos, por todo lo que sentimos y por todo lo que experimentamos y por lo tanto lo manifestamos. Raras veces llega nueva información y por lo general lo clasificamos de acuerdo a nuestras memorias y creencias.
* Somos responsables del mundo que vemos. No existe nada fuera. Solo existe nuestra percepción del mundo que vemos.
* Mis ojos y mis sentidos solo perciben aquello que ya está en mi mente. Ellos son solo un proyector de mi subconsciente. Todo lo que veo, huelo, oigo, siento y saboreo, quedó alguna vez grabado como memoria en nuestro subconsciente y si lo reconocemos es porque es parte de nosotros.
* Nuestro subconsciente proyecta fuera todo lo que experimentamos en nuestro interior. Todo es una proyección de nuestra mente. Al ser 100% responsable de todo lo que sucede en nuestro entorno, y si nosotros lo hemos creado, también lo podemos cambiar.
* Todo lo que nuestros sentidos captan son interpretaciones que nuestra mente ha realizado anteriormente de modo que todo tiene un significado; el que nosotros le hemos dado. Todo lo que sucede en nuestras vida, todo lo que leemos, vemos, escuchamos, miramos, oímos a velocidades imperceptibles le damos un significado y por lo tanto ya existe como concepto y como juicio.
* Somos 100% responsables de todo lo que nos sucede en nuestra vida, por todo lo que pensamos, por todo lo que sentimos y por todo lo que experimentamos y por lo tanto lo manifestamos. Raras veces llega nueva información y por lo general lo clasificamos de acuerdo a nuestras memorias y creencias.
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