AMARSE A UN MISMO.

HOY hablamos expresamente de nosotros, el trabajo diario en mí.
Cuando me comienzo a amar, cuando me acepto.
Me acepto, respeto y quiero. ME AMO.
Cuando nos referimos a amarnos, no es al elogio cómo personas, debemos saber separar el ego.
Cuando me amo, lo hago desde mi corazón, es un sentimiento puro.
Con mis defectos y virtudes. Debo saber asumirlos.

Al asumirlos no debo ser crítico, me debo dar el permiso de aceptarlos y así corregirlos.
Mis virtudes, son características que me hacen ser quién soy, que destacan mi personalidad.

Esos gestos que al valorarme como persona hacen que valore a los demás seres tanto como quiero que me valoren a mí.
Para amarme, me debo cuidar. Estando atento a los mensajes que mis emociones, sentimientos y señales.

Mi mente, debo cuidar mis pensamientos, según la frecuencia en la que estoy será como me sienta. Libera todos los pensamientos, sentimientos o emociones que no te permitan evolucionar, has el desapego correspondiente, siempre con amor, envuelvo, libero y suelto. Vibra en positivo.

Alma, mi sentir se refleja en mi alma, según sienta estaré feliz o triste, van juntos, mi alma es lo más puro en mí, luz, es el reflejo de mi Ser.

Cuerpo, alimentarme bien, un buen descanso, hidratarlo, ejercicios, mimarlo.
Dedicar tiempo a meditar, en ese momento me encuentro conmigo mism@, es un momento a solas donde me regalo experiencias inolvidables. Escucha tu voz interior.
Cuando logro estar en equilibrio, me siento bien, feliz, me miro y me gusta lo que veo.

Debo mirarme a los ojos, ser sicer@ conmigo misma.
Hacer los cambios que sean necesarios, porque si estoy bien, todo está bien.
Recuerda decirte a diario cuanto te quieres, que te aceptas, reconócete, bendícete.

Ese sentimiento que se genera en ti cuando te amas es una vibración muy fuerte dentro de ti
Una energía que fluye, que trasciende todo, no tiene barreras .
Es el AMOR INCONDICIONAL.

Agradece y bendice la persona que eres, estamos aquí y ahora para ser felices , disfrutemos de la Vida que nos fue concedida, cuidémosla como lo más preciado, para que sea luz en el camino de quién necesite de nosotros, pero por sobre todo recordemos que nosotros somos esa luz, somos espíritu Divino.

Gracias por Ser y Estar.