Hoy reconozco que muchas veces me sentí huérfana de amores que hoy tienen un nombre ,tiempo perdido o mejor dicho aprender sin pedir explicación.
Porqué muchas veces me alejaba antes de que se baje el telón.
Y me mortificaba sin entender que había hechó mal 💔
Si de amores se trata me quedó con los que escribía en mis libretas, eran amores de sueños, fantasías de niña y ahí nadie me lastimaba nunca.
Hoy puedo decir que improvisar es un buen punto de partida cada vez que me siento pérdida.
Que no sé aún cómo se vive, pero soy feliz con el día a día.
Y hoy me convenzo un poco más que no nesecito mucho, solo aprender a seguir mí brújula interna.
Esa que nunca me abandonó y supe enfrentar cada bofetada que te devuelve la desgracias ajena.
Sí ajena, porqué muchas veces apagamos nuestro cerebro cómo acto reflejo de insultos exteriores.
Y nos volvemos víctimas sin ser consciente muy bien lo que hicimos o dijimos.
Quizás ese mismo reflejo hace que parezca que ya no es importante o que no te importó, pero la verdad que un par de veces caló muy profundo el corazón y la razón.
Y un poco egoísta nos volvemos después de tanto zambullir el corazón en la tristeza despiadada que nos vuelve fríos y aveces hasta ausentes.
Para ser más franca y un poco poética, el amor es una pizca de sal y pimienta, de veneno y antídoto.
El amor es un poco confuso y hasta aveces hermoso, pero entenderlo, eso si que es muy dificil...
Natalia Yarad
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