Todos nosotros, independientemente de que estemos de pie o sentados, somos como árboles. Por ello, cuando se desata una tormenta emocional, no debes quedarte en tu cerebro o en tu corazón, es decir, a la altura de la copa de tu ser. Es demasiado peligroso, cuando te sientes desbordado por las emociones, permanecer ahí. Dirige pues, en tal caso, tu atención al vientre -que es, como el tronco del árbol, la parte más sólida de tu ser- y ejercita la atención en la respiración tomando conciencia del ascenso y el descenso del abdomen. Y si lo haces en una postura estable, como la posición sentada, te sentirás mucho mejor. Respira simplemente sin pensar en nada en concreto. Respira siguiendo el movimiento de ascenso y descenso del abdomen y sigue practicando de ese modo durante diez o quince minutos hasta que la emoción poderosa cese.
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Thich Nhat Hanh 🙏🧡
Miedo. Vivir en el presente para superar nuestros temores.
#GermanaMartin #MujeresenCírculo
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