¿Cuántos de nosotros estamos felices hoy? Tú que estás leyendo este texto, ¿te sientes feliz?. Si la respuesta es no, tal vez seas uno entre la gran mayoría que ignora una de las verdades más aterradoras que existen sobre la felicidad: el 95% del tiempo, ella te abandona porque tú así lo quieres. Sí, la felicidad es una cuestión de casi pura perspectiva.
Entender eso en la teoría es fácil, pero en la práctica, es algo para “gente grande”. Y cuando digo grande, me refiero a grande de espíritu. Si no tienes una idea propia de cómo construir tu felicidad, aquí hay una pequeña lista genérica en la medida de lo posible, en vista de la subjetividad inherente al tema. Cualquier parecido con la base de la filosofía budista, no es mera coincidencia.
1. Renuncia a tu necesidad de tener siempre la razón.
Somos tantos los que no podemos soportar la idea de estar equivocados, queremos tener siempre la razón, aún a riesgo de poner fin a una gran relación o causar una gran cantidad de estrés y dolor, a nosotros y a los demás. No vale la pena. Cada vez que sientas la “urgente” necesidad de saltar en una pelea sobre quién tiene razón y quién está equivocado, pregúntate: ¿Prefiero estar en lo cierto, o prefiero ser amable?. ¿Qué diferencia habrá? ¿Es tu ego realmente tan grande?.
2. Renuncia a tu necesidad de controlarlo todo.
Renuncia a tu necesidad de controlar todo lo que te sucede a ti y a tu alrededor – las situaciones, eventos, personas, etc. Si son tus seres queridos, compañeros de trabajo, o simplemente extraños que te encuentras en la calle, simplemente permíteles ser ellos. Deja que todo y todos sean tal y como son y verás cuánto mejor te harán sentir. Dejando ir permites que todo se haga. El mundo es ganado por aquellos que se relajan. Pero tienes que intentarlo y volver a intentarlo. El mundo está más allá del hecho de ganar.
3. Deja de culpar.
Renuncia a tu necesidad de culpar a los demás por lo que tienes o no tienes, por lo que se sientes o no sientes. Deja de darles poder sobre ti a los demás y empieza a tomar responsabilidad de TU vida.
4. Deja de autodestruirte y a hablar mal de ti mismo.
¿Cuántas personas se lastiman a sí mismas a causa de su mentalidad negativa, contaminada y autodestructiva? No creas todo lo que tu mente te está diciendo – en especial si es negativo y contraproducente. Eres mucho mejor que eso.
5. Renuncia a tus creencias limitadoras.
Acerca de lo que puedes o no puedes hacer, sobre lo que es posible o imposible. A partir de ahora, ya no te permitas que tus creencias limitadoras te mantengan atrapado en el lugar equivocado. ¡Extiende tus alas y vuela!. Una creencia no es una idea en poder de la mente, es una idea que tiene la mente.
6. Deja de quejarte.
Renuncia a tu constante necesidad de quejarte de las muchas, muchas cosas, muchas personas, situaciones, acontecimientos que te hacen infeliz, triste y deprimido. Nadie puede hacerte infeliz, ninguna situación puede hacerte sentir triste o miserable a menos que se lo permitas. No es la situación que provoca esos sentimientos en ti, pero cómo tú eliges sentirlo. Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo.
7. Olvídate de la crítica.
Renuncia a tu necesidad de criticar las cosas, eventos o personas que son diferentes a ti. Todos somos diferentes, pero todos somos lo mismo. Todos queremos ser felices, queremos amar y ser amados y todos queremos ser comprendidos. Todos queremos algo, y algo que es deseado por todos nosotros.
8. Renuncia a tu necesidad de impresionar a los demás.
Deja de intentar tan intensamente ser algo que simplemente no eres, con tal de parecer otro que no eres tú. No funciona. En el momento en que dejas de intentarlo, que dejas caer tus máscaras, que aceptas y abrazas a tu verdadero yo, encontrarás las personas que se sentirán atraídas por ti, y además, sin esfuerzo.
9. Renuncia a tu resistencia al cambio.
El cambio es bueno. El cambio te ayudará a pasar de A a B. El cambio te ayudará a realizar mejoras en tu vida y también en las vidas de quienes te rodean. Sigue tu felicidad, abraza el cambio, no te resistas.
10. Abandona las etiquetas.
Deja de etiquetar las cosas, personas o eventos que sientes como extraño o diferente y tratar de abrir tu mente poco a poco. Tu mente sólo funciona cuando está abierta. La forma más elevada de la ignorancia es cuando rechazas algo de lo que no sabes nada.
11. Renunciar a tus miedos.
El miedo es sólo una ilusión, no existe, tú lo creaste. Todo está en tu mente. Corrije tu interior y el exterior se arreglará solo.
12. Olvídate de tus excusas.
Empaquétalas y despídelas. Ya no las necesitas. Muchas veces nos limitamos a causa de las muchas excusas que utilizamos. En lugar de crecer y trabajar en la mejora de nosotros mismos y de nuestras vidas, nos quedamos atascados, nos mentimos a nosotros mismos, utilizando todo tipo de excusas, excusas que el 99,9% de las veces ni siquiera son reales.
13. Abandona el pasado.
Lo sé, lo sé. Es difícil. Sobre todo cuando el pasado se ve mucho mejor que el presente y el futuro parece tan aterrador, pero hay que tener en cuenta el hecho de que el momento presente es todo lo que tienes y todo lo que siempre tendrás. El pasado que ahora anhelas – el pasado que ahora estás soñando – fue ignorado por ti cuando era tu presente. Deja de engañarte a ti mismo. Está presente en todo lo que haces y disfruta de la vida. Después de todo, la vida es un viaje, no un destino (el famoso “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”, de Antonio Machado). Ten una visión clara para el futuro, prepárate, pero siempre esté presente en el ahora.
14. Abandona el apego.
Este es un concepto que, para muchos de nosotros, es tan difícil de comprender, pero no es algo imposible. Consigues mejorar con en el tiempo y la práctica. En el momento que te desprendes de todas las cosas, (y eso no significa que renuncies a su amor por ellas, porque el amor y el apego no tienen nada que ver una con otra, el apego proviene de un lugar de miedo, mientras que el amor… bueno, el amor real es una especie pura, y donde hay amor no puede haber miedo, y por eso, el apego y el amor no pueden coexistir) que llegarás a ser tan pacífico, tan tolerante, tan amable y sereno que te sorprenderás. Se llega a un lugar donde serás capaz de entender todas las cosas sin siquiera intentarlo. Un estado más allá de las palabras.
15. Renuncia a vivir tu vida según las expectativas de los demás.
Demasiadas personas viven una vida que no es suya. Viven sus vidas de acuerdo a lo que otros piensan que es mejor para ellos; a lo que sus padres piensan que es mejor para ellos, a lo que sus amigos, sus enemigos y sus profesores, su gobierno y los medios de comunicación definen que es mejor para ellos. Ignoran su voz interior. Están tan ocupados con agradar a todo el mundo, intentando estar a la altura de las expectativas de otras personas, que pierden el control sobre sus vidas. Se olvidan de lo que les hace felices, lo que quieren, lo que necesitan… Y, finalmente, se olvidan de sí mismos.
Tienes una vida, la que tienes ahora mismo, hay que vivirla, sé dueño de ella, y sobre todo, no dejes que las opiniones de los demás te distraigan de tu camino.
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