El flujo dinámico de dar y recibir es la esencia de toda célula, al igual que entre las personas, y es esencial para que la vida continúe y las sociedades crezcan. Si buscas potenciar la circulación de la riqueza, la amistad, la generosidad, la comprensión, paz, amor y el perdón en tu vida, habrás de dar de forma altruista esos bienes y hacerlos circular. Cuanto más des, más recibirás y en mayor abundancia, porque el principio de intercambio dinámico se cumple inexorablemente.
Así que pon atención a tus pensamientos, tus palabras y tus acciones porque todo lo que des o emitas al universo te será de vuelta multiplicado, es decir, que quien hace el bien es inundado por un bien mayor: el de su buena acción y el bien emitido al otro, que revierte y siempre vuelve al benefactor. Esto no implica que des porque así te dan. No, das porque te nace del corazón y como confías en el proceso de la vida y su equilibrio sabes que todo lo que tú necesites llegará en el momento adecuado para ti.
Aprende a hacer que circulen los dones y riquezas que la vida pone a tu alcance, disfrútalos, pero no los retengas, pues nuevos gozos te esperan para llenarte. Si te va bien y te sonríe la suerte, ¡comparte! Si te es posible haz del diezmo una bella oportunidad para compartir con los demás un poco de lo mucho que tú has recibido.
Contagia tu fuerza, siente correr por tus venas la fuerza creadora y vivificante del universo, que quien contacte contigo hoy se lleve algo bueno de ti que le reconforte y le haga sentirse bien: una sonrisa, una palabra de aliento, una alabanza o un detalle. Cuando deseas con toda la fuerza de tu ser el bien para alguna persona cercana, sientes una sobrecarga de energía positiva en tu interior y es que los desprendidos siempre ganan porque compartir nos hace realmente felices y produce una inmensa satisfacción.
También hay que saber y aprender a recibir, si te cuesta recibir esto indica que sientes que no mereces algo, que no eres valiosa, o algún tema no resuelto de la infancia. Aprende a vencer esta resistencia que te desestabiliza y merman tu autoconfianza, a partir de ahora cuando te regalen algo te guste o no te guste, da las gracias y regálale a esa persona una linda y bella sonrisa de esta forma activas el equilibro de la ley universal de dar y recibir.
Recuerda que la autoestima se relaciona con quererse y aceptarse a una misma, y este es un proceso que dura toda la vida, así que disfrútalo y diviértete en el camino. Cuentas con el apoyo del poder que ha creado el universo; yo como parte de él te bendigo con amor.
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