Con mis experiencias a cuestas anduve el camino, hasta que el peso me venció y aprendí a soltar.
Intente borrar lo que no me gustaba de mi vida, hasta que supe que es imposible e integré mis partes amorosamente.
Dejé de hacer incapié en lo que no me gustaba de mi, comencé a
verme como una unidad y me acepté.
Así entendí que vivir es fluir. Tomar, aceptar, disfrutar, soltar.
ME CONECTE CON EL AMOR QUE SOY Y ME EXPANDÍ.
Y fui sanando mis emociones y pensamientos, así mi cuerpo también fue sanando.
Sigo cometiendo errores y me lo permito, lloro cuando estoy triste, me doy tiempo para mis duelos, mas de todo aprendo, regreso mas fuerte.
SOLO LES CUENTO EL CAMINO QUE RECORRÍ.
NO SOY MAESTRO, SIEMPRE ALUMNA .
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