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18 mar 2023

BEBIDAS ALCOHÓLICAS Y LA FIBROMIALGIA

Hay sentimientos encontrados cuando se trata del alcohol y sus efectos sobre la fibromialgia.  En resumen, hay dos grupos extremos: uno que se abstiene por completo del alcohol y otro que se entrega en exceso.  Mientras que los primeros afirman que el alcohol solo causa más dolor, los segundos creen que el alcohol ayuda a aliviar su dolor.  Entonces, ¿quién tiene razón?

La respuesta para controlar con éxito el dolor de la fibromialgia con alcohol es consumirlo con moderación.  Los bebedores moderados y bajos de alcohol informaron menos síntomas de fibromialgia que los abstemios completos.  Por otro lado, la indulgencia excesiva revirtió este efecto.

Según un estudio, a los bebedores de alcohol de bajo a moderado les fue mejor con las funciones físicas, tienen una mejor capacidad para trabajar y manejaron mejor el dolor de la fibromialgia que aquellos que bebían en exceso o que no bebían nada.  Aquellos que bebían entre tres y siete tragos por semana sufrieron menos dolor que sus contrapartes que bebían poco o mucho.

Cómo ayuda el alcohol con el dolor de la fibromialgia
 
Se descubrió que el alcohol tiene un efecto sobre el neurotransmisor, el ácido gamma-aminobutírico (GABA), que desempeña un papel clave en el sistema inhibitorio (calmante) del cerebro.  Los pacientes con fibromialgia son propensos a tener niveles bajos de GABA en el cerebro y, por lo tanto, son incapaces de equilibrar las actividades excitatorias en el cerebro que provocan dolor, insomnio, ansiedad y otras afecciones.  El consumo bajo a moderado de alcohol puede ayudar a aumentar los niveles de GABA en el cerebro y reducir los síntomas de la fibromialgia.

Peligros sobre el alcohol en pacientes con Fibromialgia 

A pesar de sus beneficios, existen peligros y efectos adversos que pueden surgir cuando los pacientes con fibromialgia toman alcohol dependiendo de la tolerancia individual o cuando se consume en exceso:

El alcohol aumenta el dolor

Algunos pacientes de fibromialgia descubren que beber alcohol solo aumenta el dolor.  Esto se debe a que el alcohol puede elevar los niveles de inflamación y afectar el cociente de dolor, entre otros síntomas.

El alcohol afecta los patrones y la calidad del sueño

Aunque el alcohol puede ayudar a dormir, tiene efectos adversos en los patrones y la calidad del sueño.  Se sabe que el alcohol altera el delicado equilibrio entre el movimiento ocular rápido (REM) y el sueño no REM.  El cerebro, sin embargo, necesita ambos.  El alcohol también puede hacer que las personas se despierten con frecuencia durante la noche y puede empeorar la apnea del sueño y arruinar la calidad del sueño.

El alcohol es un depresor

Algunos pacientes con fibromialgia recurren al alcohol como una forma de automedicación para adormecer la depresión y el dolor.  Sin embargo, el alcohol, por el contrario, es un depresor que puede afectar la química cerebral y empeorar la depresión.  También interactúa con los antidepresivos.

Artículo por: Helthiculture

12 ene 2016

ABORDAJE SOCIAL DE LA FIBROMIALGIA Y SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA.


El desconocimiento social de las enfermedades como la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica, las dificultades de detección a través de pruebas científicas y el diagnóstico tardío han generado durante años un malestar en los enfermos y una actitud de incomprensión por parte de sus familias y de su entorno social.
Actualmente, tanto las organizaciones médicas internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1992 y el Parlamento Europeo en 2008 (reconocen dichas enfermedades reumatológicas como tales e identifican sus síntomas, diagnóstico y tratamiento).
1. En los últimos años ha empezado a producirse una "mayor" difusión de la información sobre estas enfermedades, generando un poco más de sensibilización en la opinión pública (la sociedad) y en las autoridades competentes en la materia (tanto en el ámbito socio médico, como organismos públicos vinculantes).
2. Así mismo, la información sobre estas enfermedades ha dado paso a una actitud de reconocimiento y comprensión en el sí de la sociedad, contribuyendo a un mejor bienestar personal y moral de las personas afectadas.
3. Se ha potenciado la investigación científica, produciéndose hallazgos que abren el camino a una intervención multi-disciplinar con un enfoque terapéutico cada vez más satisfactorio para los enfermos.
Y aunque el camino recorrido para los pacientes ha ido mejorando conforme pasa el tiempo ya que hace aproximadamente unos diez años eran casi totalmente desconocidas, se considera que aún falta mucho por hacer.
1. EL PACIENTE; Cambios en el estilo de vida:
La aparición de las enfermedades de Fibromialgia y/o Síndrome de Fatiga Crónica generan una serie de limitaciones en el paciente, que deberá replantearse su vida cotidiana desde una nueva perspectiva:
- Evitar las sobrecargas físicas y emocionales, frenar el ritmo de vida y bajar el grado de autoexigencia; vivir con dolor y cansancio NO es fácil.

13 jul 2015

Tomar decisiones

Las emociones son un valioso recurso de información, nos ayudan a tomar decisiones. Las emociones desagradables o “negativas” (a mi criterio, erróneamente llamadas negativas, pues son juzgadas sólo por su condición de dolorosas o desagradables), son valiosas y estupendas señales que alertan acerca de un problema en particular, y su función es remitir a ese problema o necesidad insatisfecha. Pero también constituyen un aumento energético que tiene por objeto preparar a la persona para resolver tal situación.A menudo ciertas emociones dolorosas son evitadas. Intentamos escaparnos de ellas o reprimirlas negando su existencia, como si tales intentos pudieran lograr su extinción. Desgraciadamente no es así. Para que las emociones dolorosas puedan ser disueltas debemos vivenciarlas y satisfacer la necesidad que las mueve. La energía contenida en la emoción siempre es descargada, ya sea en la forma que nosotros elijamos o en la que ellas encuentren, si es que intentamos reprimirlas. Así, la ira, la ansiedad y la depresión, si se dan de manera intensa y prolongada, pueden aumentar la vulnerabilidad a la enfermedad, empeorar los síntomas o dificultar la recuperación.