La fibromialgia es una de las enfermedades más comunes que afectan a los músculos, tendones y articulaciones en las mujeres. Muchos profesionales de la salud siguen sin reconocer la condición como un trastorno, lo más probable, porque los rayos X, análisis de sangre y biopsias a menudo no muestran pruebas frecuentes para apoyar las quejas del paciente. Sin embargo, en los últimos años, el uso de termógrafos, un dispositivo que pone a prueba y mide el calor producido por las zonas del cuerpo, ha ayudado a diagnosticar la condición. Los estudios indican que los pacientes con fibromialgia han disminuido el flujo de sangre y la disminución de la temperatura de la piel en los sitios de ternura. Los síntomas incluyen dolor muscular a largo plazo, rigidez muscular, insomnio, fatiga, cambios de humor, ansiedad y depresión. Muchas veces la condición se ve agravada por los cambios de esfuerzos y tiempo. A diferencia de otras enfermedades reumáticas que causan la hinchazón y la inflamación de los tejidos en el cuerpo, la fibromialgia no causa ningún tipo de deformidad de la articulación o no cause daños en los órganos internos.
Muchas veces, los pacientes que sufren de fibromialgia tienen otras enfermedades o trastornos que van a ocurrir. Uno de los trastornos más comunes asociados con la fibromialgia es la ATM, un trastorno asociado con la mandíbula. Muchas personas que sufren de fibromialgia pueden ser diagnosticados con síndrome de fatiga crónica, también. Algunos pacientes se quejan de dolores de cabeza de migraña o tensión, colon irritable y síndromes de vejiga. Algunas mujeres pueden desarrollar una pérdida de memoria y la concentración.La enfermedad fibroquística de la mama y la endometriosis es a menudo presente en las mujeres que tienen fibromialgia, aunque no ha habido estudios llevados a cabo en relación con la correlación de los dos.
Las causas de esta condición es aún desconocido, muchos expertos están investigando la relación entre la menopausia y la fibromialgia. La mayoría de las mujeres son diagnosticadas con esta enfermedad entre las edades de 40 a 55, que es cuando se produce la menopausia por lo general, y aproximadamente el 85% -90% de todas las condiciones de su enfermedad, según son mujeres. Los cambios hormonales, tales como las cantidades reducidas de estrógeno en el cuerpo de la mujer, pueden contribuir a los síntomas como la ansiedad, depresión e insomnio en pacientes con fibromialgia. La investigación muestra, sin embargo, que la terapia de reemplazo de estrógeno y progesterona no es tan beneficioso para los enfermos de fibromialgia. Hay beneficios reportados leves al usar los parches de estrógeno en lugar de las píldoras de estrógeno. Algunos estudios indican que la función tiroidea baja y la disminución de los niveles de hormonas tiroideas, así como las hormonas estrógeno y progesterona, pueden contribuir al dolor muscular, fatiga, cambios de humor y ansiedad. En la actualidad, la correlación entre la menopausia y la fibromialgia es incierto, debido a la falta de investigación sobre el tema. Afortunadamente, cada vez se están realizando pruebas para averiguar cómo la disminución de los niveles de estrógeno afectan a la aparición de la fibromialgia. Las investigaciones en curso que se está realizando puede sugerir niveles anormalmente bajos de la hormona cortisol, que es la hormona producida por la glándula suprarrenal también puede ser una causa vinculada.
Desafortunadamente, no hay manera de prevenir esta enfermedad o curarla por completo, ya sea … Por lo tanto, el centro de tratamiento más en la conquista de los síntomas asociados con la fibromialgia. Los tratamientos para las mujeres que sufren de fibromialgia varían dependiendo de los síntomas. En algunos casos, la terapia física o ejercicio ligero pueden ser prescritos. La investigación ha demostrado que el uso de hielo inmediatamente después de cualquier ejercicio puede disminuir el dolor muscular y articular. El uso de antidepresivos tricíclicos usados generalmente en el tratamiento de la depresión; también se ha demostrado que es un medicamento eficaz para el tratamiento de firbromyalgia. Estos medicamentos suelen aliviar la depresión, la ansiedad, reducir la fatiga, y restaura los patrones de sueño eficaces. Algunos médicos pueden recetar inyecciones locales de analgésicos a las zonas doloridas o rígidas. El uso de analgésicos y relajantes musculares ha sido a la vez beneficioso en la reducción de los síntomas de dolor y mejorar el sueño. Muchas veces, los médicos discutirán el dolor y el manejo del estrés a sus pacientes; que puede eliminar algunos de los síntomas del trastorno.
La dieta juega un papel importante en la prevención de los síntomas relativos a la fibromialgia. El consumo de alimentos orgánicos, tales como frutas y verduras; el aumento de la ingesta de bajo contenido de grasa, alimentos ricos en fibra; los de alto contenido en omega-3 los ácidos grasos, que se encuentra en el pescado puede beneficiar a los enfermos. Algunos médicos sugieren la reducción de alimentos ricos de sodio o de la eliminación de aditivos tales como el glutamato monosódico (MSG de) y edulcorantes artificiales, como el aspartame puede aliviar muchos síntomas de la fibromialgia. Y estudios recientes indican que el uso de una dieta vegetariana puede ayudar a aliviar los síntomas. Los tratamientos alternativos, específicamente en el campo de los medicamentos homeopáticos, sugieren tomar magnesio, vitaminas B-12, y la vitamina C.
Otros tratamientos no médicos implican la terapia de masaje, terapia de calor y bolsas de hielo que pueden aliviar temporalmente los síntomas. El uso de la hidroterapia o terapia de agua puede aumentar la circulación y disminuir los dolores musculares. Actualmente, hay estudios que se realizan que pueden ofrecer más tratamientos o un tratamiento específico para ayudar a aliviar los síntomas de la fibromialgia.
Las mujeres que sufren de este trastorno pueden encontrarse retirarse de la sociedad debido al dolor y la ansiedad asociados con la fibromialgia. Muchas veces, las mujeres se sienten incapaces de trabajar un trabajo físico o estresante. El mejor consejo es buscar un tratamiento y mantener un estilo de vida saludable, que incluye el ejercicio ligero, buenos hábitos alimenticios, y permanecer activo en ambos, el trabajo y la vida.
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