Son muchos los motivos que producen durezas en nuestros pies, la mayoría de ellos se relacionan a la forma en que los tratamos día a día.
Ya sea el uso zapatos apretados, tener pies sudorosos o bien pasar demasiadas horas parados, nuestra rutina puede tener un gran impacto en nuestros pies.
No solo podría esto causar antiestéticas callosidades, sino que además podrían provocar dolor e incomodidad en nuestro andar.
Es bueno poder tomar medidas a tiempo sabiendo que son muchos los productos naturales que pueden ayudarnos a combatir la sequedad en los pies. Ellos son la base de nuestra postura y por eso le tenemos que dar la atención que necesitan.
Aquí algunas recomendaciones:
1) No uses zapatos apretados. Asegúrate de usar la talla apropiada y que sean cómodos. Mejor, elige zapatos de materiales suaves, flexibles y que permitan la transpiración de la piel. En el caso de las mujeres, es mejor optar por tacones bajos.
2) En caso de que ya tengas durezas, utiliza algún tipo de almohadilla para aligerar temporalmente el dolor que puedan estar causándolo.
3) Cuando te bañes, seca bien tus pies, especialmente entre los dedos. A continuación puedes limar con una piedra pómez las durezas y terminar aplicando crema hidratante en esas mismas partes, para que la zona no quede reseca.
También puedes probar con las siguientes recetas caseras:
1) La manzanilla ayuda a calmar el dolor y desinflamar los pies. Prepara un litro de infusión, ponlo en una palangana y sumerge los pies un mínimo de 5 minutos.
2) Tritura 5 o 6 aspirinas y mézclalas con una cucharada de agua y jugo de limón. Coloca la pasta resultante sobre las durezas y envuelve los pies en una toalla caliente durante 10 minutos. A continuación lima esas mismas partes suavemente con la piedra pómez. La piedra pómez es una pieza fundamental para tener a mano si tienes callos o durezas.
3) Otro aliado puede ser el vinagre de manzana. Necesitarás 100 ml de vinagre para mezclar en un litro de agua tibia junto con dos ajos machacados. Puedes sumergir los pies en la mezcla o bien aplicarla directamente sobre las durezas.
4) Machaca un diente de ajo y mézclalo con aceite de oliva sobre la dureza. Cúbrelo con una venda o gasa, consiguiendo de esta forma que la callosidad se vaya reblandeciendo y así desaparezca.
5) Aplica a diario un poco de jugo natural de piña sobre la dureza, dejándolo actuar durante varios minutos. Verás como se van suavizando los callos hasta desaparecer.
6) Prepara una mezcla con una cucharada sopera de miel, una de aceite de ricino y algunas gotas de limón. Deberás mezclar bien para crear una pasta homogénea y aplicarla directamente sobre tus pies, haciendo hincapié en las áreas más secas o con durezas. Déjala actuar durante unos 15 minutos y después lava los pies con agua fría para retirar todo. Lo mejor es repetir la operación dos veces por semana para ver resultados.
Si tu problema en los pies es grave, la solución más efectiva es ir al podólogo. Un profesional apto para tratar este tipo de problemas siempre aportará una mirada experta a tu problema. Siempre consulta a tu médico ante cualquier duda sobre salud.
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