La fibromialgia es un término que proviene del latín fibra, que se refiere al tejido conjuntivo, el griego mio, que significa músculo, y algia, dolor. La fibromialgia es considerada una enfermedad, más bien un conjunto de síntomas y trastornos músculo-esqueléticos que se caracteriza fundamentalmente por fatiga extrema, dolor persistente, rigidez variable en los músculos, tendones y tejido blando circundante, entre otros síntomas. No es una afección contagiosa, más bien se relaciona con una baja comprensión emocional y con estados anímicos depresivos, ansiosos o estresados.
Síntomas:
- Rigidez y dolor crónico.
- Sensibilidad a la palpación en puntos específicos de la anatomía.
- Dolor y fatiga en músculos, articulaciones, ligamentos y tendones.
- Dificultad para concentrarse.
- Trastornos digestivos como dolor abdominal, meteorismo, estreñimiento, diarrea, etc.
- Parestesia (hormigueo y entumecimiento en manos y pies).
- Cansancio o agotamiento excesivo o generalizado, el cual evita que las tareas que se realizan cotidianamente no se realicen de forma habitual, lo cual puede volverse una incapacidad.
- Depresión.
- Sequedad en la piel.
- Insomnio o dificultades para dormir.
- Tensión o rigidez matutina.
- Dolores de cabeza.
- Problemas con el pensamiento y la memoria, que impiden el funcionamiento normal del sujeto.
Causas:
- Ansiedad o estrés, físico o mental, emociones que pueden suceder y/o acentuarse después de la separación con la pareja, problemas de la vida cotidiana como problemas económicos, en el trabajo, etc.
- Exposición excesiva a humedad o frío.