Más fuerte que antes, en pedazos, pero con el corazón gigante.
Libre por los sueños, fuerte por los fracasos.
No le gustan los problemas, pero se pone los guantes antes de bajar los brazos.
No tiene tiempo para penas, ni para cobardes, ni para amantes.
Es mucho cielo para tantas cadenas.
No quiere lujos ni promesas, lo simple le parece más interesante.
Una luna la llena, un abrazo la sana.
Sabe que necesita lo que tiene adentro, sabe que sueña lo que tiene adelante.
Pero a veces olvida dónde deja las ganas, y encuentra todo el mundo roto.
De a ratos tan herida, de a ratos tan distante, de a ratos tan quemada, de a poco tan radiante.
Quiere un copiloto para su vida, pero ella está al volante.
No le gusta que le digan lo que tiene que hacer, soltándola es como se la cuida, no le gusta que le digan cómo tiene que ser, escuchándola es como se la cuida.
Si la quieren que se aguanten sus alas, sino conocen la salida.
Ella vuela alto, ella llega lejos, pero a veces se preocupa por pavadas.
Tiene magia sin salir de un cuento de hadas.
Da consejos, como si no supiera lo que es estar lastimada.
Y después no sabe qué hacer cuando llegan las malas.
A veces se queda callada, se muere de vergüenza hasta que explota, a veces dice todo con una mirada.
Lo que siente, lo que piensa, y no le importa nada.
Algunos dicen que está loca, otros todavía no se dieron cuenta, es siempre intensa, es toda hermosa, hasta en pijama y en chancletas, con gorra, con rulos, con rastas o con trenzas.
Pasó tormentas, se le volaron personas, se quedó sola, pero no hubo tristeza que la venza.
Ella sabe que hablo de ella, aunque mis palabras sirvan para otras. Que la quiero con sonrisas en la boca.
Ella me lee, superando las derrotas, porque está bien y se le nota, porque alguien también lo nota, porque después de este poema terminas más linda, más libre y menos rota.❤️
