La actitud frente al dolor.-

Los síntomas más relevantes de la fibromialgia son: el dolor (tal vez el más molesto), el cansancio físico, el trastorno del sueño y la alteración en la memoria.
Los sufrientes de fibromialgia en general, tienen una actitud equivocada frente al dolor:
-Están pendientes del dolor
-Utilizan la queja 
-Tienen tendencia a catastrofizar, exagerar
-Centran su vida en el dolor y no en sus causas.
Todas estas actitudes, lo único que hacen es generar estrés, ansiedad y aumenta el dolor, lo que puede demandar mayor uso de analgésicos, que tampoco serán útiles, no hay pastillas mágicas para el dolor.
Todo esto crea un círculo vicioso negativo, provocando más y más dolor.
Nacimos para ser sanos y felices, no para sufrir. El dolor es un síntoma de defensa que en el caso de cualquier enfermedad crónica, sea cual sea su nombre, el dolor pasa a ser la enfermedad en sí y no tiene ningún objetivo positivo.

¿Por qué no debemos quejarnos?
Porque perdemos tiempo; porque perdemos energía que la debemos utilizar en algo positivo; porque molestamos y fastidiamos a los demás, que tampoco van a poder ayudarnos; porque nuestro cuerpo-mente va a entender con esta actitud, que queremos seguir sufriendo; y por último, la queja no sirve para nada.
¿Qué actitud debemos tomar entonces?
Utilizar el dolor como síntoma, para que nos ayude a resolverlo. Cada vez que nos duele, debemos preguntarnos por qué nos duele. Es muy probable que sea porque estamos muy ansiosos, con estrés, preocupaciones, no manejamos bien las emociones, etc. Este autoconocimiento de nosotros nos permitirá saber qué cosas nos producen dolor y cuales alivio.
Pero además no debemos estar pendientes del dolor, porque así lo estamos llamando, y sí podemos aprender a distraerlo. ¿Cómo? No pensar en él, tener pensamientos positivos hacia el dolor, traer a nuestra mente recuerdos positivos, escuchar música, hacer relajación, salir a dar un paseo, conversar con alguien, etc.
Debes saber que en la fibromialgia, hay una hipersensibilidad central, las vías del dolor están hiperexcitadas desde la periferia al sistema nervioso central y viceversa; generada por nuestra ansiedad, estrés, preocupaciones, emociones reprimidas, etc. Por lo tanto, para apagar este incendio no debemos echarle más nafta, sino elementos que lo apaguen: paz, paciencia, relajación, distracción, música, tener pensamientos positivos, etc.
Todo esto representa el normal afrontamiento del dolor, la forma acertada; no utilices la forma equivocada.
Tú eres brillante, valioso/a y no debes dejar que el dolor gobierne tu vida. O el dolor te maneja a ti, o tú aprendes a manejar el dolor.
Practica estos consejos y te aseguro que tendrás una mejor calidad de vida y tu enfermedad seguramente mejorará.