El ajo es efectivo en la prevención de todo tipo de enfermedades y males cardiovasculares. Así, por ejemplo, ayuda a reducir la presión arterial en las personas, relajando los vasos sanguíneos y mejorando el flujo de la sangre. Además, previene y reduce el endurecimiento de las arterias.
También es bueno para la digestión. Aunque en algunas personas puede generar gases, y no se recomienda para quienes padecen de acidez o males gástricos fuertes. Colabora en la eliminación de desechos del organismo, ayuda a prevenir las inflamaciones estomacales e intestinales, e incluso puede eliminar bacterias dañinas en los intestinos, sin afectar a aquellas que ayudan en el proceso de la digestión.
Su efecto diurético facilita la eliminación de líquidos y toxinas. Para lograr este efecto en nuestro organismo, basta con realizar la siguiente fórmula, muy sencilla: Mezclar unos cuantos dientes de ajo molidos en un litro de agua y consumir diariamente dos vasos de este preparado, durante dos semanas. Se debe esperar al menos una semana para volver a consumirlo.
También es bueno para la digestión. Aunque en algunas personas puede generar gases, y no se recomienda para quienes padecen de acidez o males gástricos fuertes. Colabora en la eliminación de desechos del organismo, ayuda a prevenir las inflamaciones estomacales e intestinales, e incluso puede eliminar bacterias dañinas en los intestinos, sin afectar a aquellas que ayudan en el proceso de la digestión.
Su efecto diurético facilita la eliminación de líquidos y toxinas. Para lograr este efecto en nuestro organismo, basta con realizar la siguiente fórmula, muy sencilla: Mezclar unos cuantos dientes de ajo molidos en un litro de agua y consumir diariamente dos vasos de este preparado, durante dos semanas. Se debe esperar al menos una semana para volver a consumirlo.
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