La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota al médico, porque le pagamos.
La nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos, de nuestra vida y de descubrir que realmente podemos hacer mucho, por nuestra vida.
Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva muy grande.
Si una pérdida afectiva le produce un vacío existencial, de tal dimensión, que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego, que yo debo reconocer.
Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su consciencia está conmigo, lo dejo partir, no lo amarro.
Muchas veces, vemos a alguien al que se le muere el papá o la mamá pero no lo deja partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar.
La nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos, de nuestra vida y de descubrir que realmente podemos hacer mucho, por nuestra vida.
Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva muy grande.
Si una pérdida afectiva le produce un vacío existencial, de tal dimensión, que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego, que yo debo reconocer.
Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su consciencia está conmigo, lo dejo partir, no lo amarro.
Muchas veces, vemos a alguien al que se le muere el papá o la mamá pero no lo deja partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar.