Muchas veces se han sentido incomprendidos. O peor aún, acusados de simular una dolencia. Pero ahora la ciencia les da la razón. Y es que médicos genetistas han descubierto que la fibromialgia -una enfermedad que hasta ahora se consideraba en general como un trastorno psicológico de somatización– es una patología de origen neurológico, resultado de desequilibrios neuroquímicos a nivel del sistema nervioso central.
Gracias a un estudio llevado a cabo con 3.000 personas –de las que dos tercios de ellas estaban afectadas de fibromialgia y fatiga crónica- se ha podido determinar que hay 90 polimorfismos en el ADN de los enfermos que afectan al sistema inmunológico y nervioso. Esta investigación “representa la única evidencia científica de marcadores genéticos asociados a la fibromialgia”
“Hay suficientes evidencias para considerar esta patología como una enfermedad de base orgánica, siempre que esté bien diagnosticada”, explica a La Vanguardia el doctor José Ignacio Lao, director de GGI. El problema que sufren los pacientes que padecen esta dolencia es que su sistema inmunológico tiende a responder de una manera exagerada. “La primera reacción de este sistema cuando nos agrede algo es la inflamación. Pero en los que sufren fibromialgia esta reacción es mucho más intensa y prolongada en el tiempo, lo que llega a ser perjudicial”, argumenta Lao.